Dolor Crónico

El dolor crónico es aquel que se extiende más allá de los 3 meses y es un problema multifactorial que incluye componentes tanto físicos como psicológicos, como ansiedad, movilidad reducida, alteraciones del sueño, del apetito y depresión. Estos síntomas están relacionados con una reducción demostrable de la calidad de vida de los pacientes y a una limitación de su desempeño laboral y de la función social y requieren del uso frecuente de recursos sanitarios, todo lo cual contribuye a generar una carga socioeconómica importante. En concreto, el dolor y la discapacidad asociada a los trastornos musculoesqueléticos tienen un efecto negativo sobre la calidad de vida y constituye una de las principales causas de ausentismo laboral.
La carga económica y social del dolor crónico intenso se deriva tanto de los costos directos inherentes como de los costos indirectos. Debido a su elevada prevalencia e impacto sobre los pacientes y la sociedad, el dolor crónico no oncológico debe ser reconocido como un problema sanitario importante. (Fuente IASP)

Nuestro servicio se encarga de la evaluación, diagnóstico y tratamiento de los pacientes con una enfermedad, trastorno o lesión que genera dolor crónico.
El objetivo de nuestro accionar, está encaminado a devolver el mayor grado de capacidad funcional e independencia posible con distintas herramientas terapéuticas, todas ellas encaminadas a paliar o solucionar la sintomatología dolorosa, determinando:

Diagnóstico doloroso según clasificación fisiopatológica de la IASP
Valoración del dolor según escalas específicas que sirvan para el seguimiento objetivo (Escalas de intensidad del dolor, depresión, ansiedad, y funcionales)
Brindar e indicar el tratamiento de dolor necesario según la patología y el paciente (medicamentoso, salud mental, rehabilitación y/o intervencionista)

Nuestra forma de trabajo, consiste en el reconocimiento de las posibles estructuras generadoras de dolor para la posterior selección del método de tratamiento mas adecuado para esa patología.
Estas estructuras pueden ser superficiales o profundas, localizadas en tendones, ligamentos, nervios, músculos, articulaciones o vísceras, así como también puede exisitir un componente psicosomático asociado generador de dolor. Una de las premisas de nuestro abordaje, consiste en una evaluación precisa de la biomecánica y funcionalidad de la columna vertebral, ya que la presencia de subluxaciones o desplazamientos vertebrales laterales, condicionan una alteración de la conducción nerviosa eléctrica del sistema nervioso periférico, ocasionando perturbación en la función motora, sensitiva y vegetativa, necesaria para la homeostasis (equilibrio interno). Luego de esto, se instaura un tratamiento que dependerá de cada paciente y que se complementará con un programa de ejercicios de rehabilitación, trabajo postural o reacondicionamiento muscular global y ergonomía entre otros.